Desde el mediodía de este viernes 7 de agosto, fecha marcada en el calendario lepero, la Virgen de la Bella ya espera en su altar mayor el momento en el que sus fieles la saquen a hombros por las calles de la localidad. Hoy se ha llevado a cabo el efímero e intenso traslado desde su camarín.
Como cada año, los fieles con sus corazones palpitando por la intensidad del momento, de lágrimas en los ojos por la emoción, y de gargantas roncas por los incesantes vivas y piropos lanzados a ella, presenciaban el momento de la Bajada de la patrona de los leperos de su camarín para presidir el altar mayor de la iglesia, en la que esta noche se inicia la novena previa a las fiestas patronales.
Entre los leperos que han tenido el privilegio de llevar a la Virgen se encuentra el propio alcalde, Juan Manuel González, quien definió este jueves como un día “muy emotivo”.
Muy de cerca el desarrollo del acto, el hermano mayor, José Manuel Rodríguez Lagos, destacó que este evento aglutina toda la atención de los devotos de la virgen Bella y que este año a pesar de que la Virgen ya estaba presidiendo el altar mayor, este día no podía faltar.
Entre los asistentes al multitudinario traslado, estaba presente el párroco de la localidad y director espiritual de la hermandad, Feliciano Fernández Sousa, emocionado puesto que hace varias semanas se conocio la noticia de su marcha a otra parroquia en Huelva.
La Virgen de la Bella procesionará el 15 de agosto, el Día de la Bella, considerado como el día grande de las fiestas patronales.
