Al igual que ya lo hicieran ayer el resto de Escuelas Infantiles del municipio, la Escuela Infantil Nuestra Señora del Rosario ha celebrado hoy con los pequeños el Día de la Paz.
Así, en un entrañable acto en el que los niños y niñas han ido dejando plantados en un jardín, a modo de flor, sus mejores deseos para construir un mundo mejor y en paz para seguidamente cantar y bailar alrededor de un gran mural acompañados por educadoras y personal docente.
Hasta el centro se ha desplazado la Teniente de Alcalde y Concejala de Infancia, Carmen Cárdenas quien, junto a varias de las directoras de las Escuela Infantiles isleñas, ha querido disfrutar, junto a los más pequeños de este emotivo acto.
Al respecto, la directora del centro, María Carrillo ha señalado que el Día de la Paz siempre ha sido muy especial para nosotros, es un día que todas las Escuelas Infantiles del municipio preparamos con mucho mimo y cariño, y este año no podía ser menos porque no hay mejor mensaje de paz que la sonrisa de un niño. Asimismo, María Carrillo ha destacado que los niños llevan trabajando esta actividad días previos, y es muy gratificante ver como aprenden y exteriorizan todo lo que han aprendido sobre la Paz.
Por otro lado, la Teniente de Alcalde, Carmen Cárdenas que ha querido felicitar a todos los centros infantiles por la preparación de esta actividad en la que se conmemora el Día de la Paz y ha querido poner en valor el excelente trabajo que está realizando el personal docente de estos centros con los más pequeños, ya que es en esta etapa de la vida son como pequeñas esponjitas que todo lo absorben y en la que aprenden conceptos y valores que les acompañarán toda la vida, además de llegar al colegio con muchas cosas aprendidas.
Para finalizar la edil isleña ha querido también destacar que hoy hemos visto como participan y conviven los pequeños de distintas razas y culturas del centro y cómo han dejado sembrados sus deseos de paz y sueños en este pequeño jardín, unos deseos por los que todos estamos luchando con la esperanza de que sean una realidad subrayando que es digno de ver como interactúan y conviven integrándose perfectamente en cada actividad que se organiza, como aprenden los valores, las distintas costumbres y culturas, algo que reporta al educador o educadora una gran satisfacción.
