El pleno del Ayuntamiento de Palos de la Frontera ha aprobado, por unanimidad de todos los grupos, la propuesta del alcalde, Carmelo Romero dictaminada por Junta de Gobierno Local, de conceder las Medallas de Oro de la Ciudad al colegio público de educación infantil y primaria San Jorge, al pueblo hermano de Bayona La Real y al Ejército del Aire.
Estos distintivos se entregarán en un acto solemne que tendrá lugar el próximo sábado a las 13,00 horas en la Casa de la Cultura, tras la solemne función religiosa en honor al santo y con la actuación del coro juvenil Covaterraña de Bayona, dentro de la programación de las Fiestas Patronales de San Jorge Mártir que comienzan el viernes.
Sobre los premiados destacar que en 1973 se aprueba la creación del Colegio Nacional Mixto que, por petición del Ayuntamiento, se denominó ‘San Jorge’ comenzando su andadura al año siguiente. A lo largo de sus 41 años de historia ha experimentado diversas reformas y ampliaciones y actualmente cuenta con tres edificios, que además del aulario albergan el comedor, dos salas de informática, la biblioteca, el salón de usos múltiples, las pistas polideportivas y cocina, entre otras dependencias.
Las localidades de Bayona La Real y Palos de la Frontera han estado siempre hermanadas por la historia, desde que Martín Alonso Pinzón arribara en el puerto bayonés con la noticia del Descubrimiento de América. Fue desde Bayona donde Martín Alonso Pinzón logró comunicar a los Reyes Católicos la noticia, donde se encontró con su hijo y otros marinos palermos que volvían de Flandes, donde se reparó la carabela Pinta tras su aventura oceánica, y fue también desde aquí, donde Martín Alonso Pinzón, ya moribundo, partirá, en la que será su última y más dramática travesía, hacia su tierra natal, la villa de Palos.
El vínculo del pueblo de Palos con el Ejército del Aire tiene su origen en el vuelo del Plus Ultra. La elección del puerto de Palos como punto del raid entre España y Argentina así como punto de regreso de los aviadores no fue casual, ya que era ante todo un acto simbólico que pretendía seguir una línea de continuidad con la gesta de 1492. En esta elección final tuvo mucho que ver la Real Sociedad Colombina Onubense.
