Suma y sigue, es el lema de este Ayamonte CF, a pesar de tener en contra la meteorología y el resultado, el conjunto de Alejandro Ceballos es capaz de todo, y hoy lo ha vuelto a demostrar frente al equipo sevillano de Castilleja de la Cuesta.
Gran ambiente en las gradas del Ciudad de Ayamonte, un público que aguantó el frío, el viento y la lluvia que iba arreciando en la localidad fronteriza. La primera parte del encuentro se desarrollaba con un Ayamonte que quería tomar, como suele ser habitual en casa, la iniciativa del juego, pero donde le costó encontrar los espacios y la claridad de cara al área rival. Mientras tanto, el Castilleja CF se mantenía formando un bloque bajo para aprovechar la velocidad a la contra y el peligro del nueve del equipo, Lobo, el jugador referencia en la punta de ataque. Sin embargo, a pesar del dominio de los locales, prácticamente cumplido el 45’ de partido, llegaba el gol de los hombres de Pablo Galán, jugada por la izquierda tras un saque de falta cuyo balón llegaba a los pies del lateral, Dani Romero, que centraba un balón para que rematase Lobo en el área, quien mandó al Ayamonte al vestuario con desventaja en el marcador, segundos antes del descanso.
Los segundos cuarenta y cinco minutos vinieron marcados por la entrada inmediata de tres hombres al terreno de juego por parte de Alejandro Ceballos: Fabinho, Pedro Francisco y Bruno Fernandes, este último dando una clase magistral de control del juego. El combinado rojinegro no dejó de creer y de intentarlo, hasta el punto de que esa garra y corazón le llevó a poner el empate a los veinte minutos del comienzo de la segunda mitad, centro y remate de un Diego Cueto que está viviendo uno de sus momentos más dulces desde que milita en el equipo ayamontino. Siete minutos más tarde, en el 72’, el conjunto de Ceballos le daría la vuelta al marcador con un rechace que cazaría Bruno Fernandes para poner el segundo.
Remontada y tres puntos para seguir en lo más alto de la tabla, quedan jornadas aún, pero las sensaciones que da este Ayamonte no pueden ser mejores, un equipo dispuesto a darlo todo por el ascenso, un equipo que, a pesar de luchar contra viento y marea, demuestra domingo tras domingo que es imparable.
