El juicio que se iba a iniciar hoy en los juzgados de Ayamonte por un presunto desfalco en una oficina de Caja Rural del Sur, de la que desaparecieron en 2011 1,7 millones de euros, ha quedado suspendido ante la propuesta de la entidad de llegar a un acuerdo.
Se trata de un proceso que los clientes afectados iniciaron en 2012, y que es paralelo al del propio banco contra uno de sus empleados., juzgado desde la pasada semana tras la denuncia de varios clientes de la entidad, que presentaron quejas en 2011 por la desaparición de sus cuentas de cantidades que sumaban los 1,7 millones de euros citados.
El cliente afectado en el proceso que hoy se iba a iniciar, Tomeu Roig, ha explicado que antes de iniciarse el juicio se le ha planteado una propuesta de acuerdo, “mediante la cual, le devuelvan la cantidad íntegra que desapareció de su cuenta más los gastos que del proceso.
Y es que parte del dinero estaba depositado en planes de inversión, de modo que Roig ha planteado en el proceso que se le paguen los intereses que habrían generado, lo que no se ha contemplado en el acuerdo inicial.
Además, el banco quiere llegar a un acuerdo con él para intentar que en su familia no se lleven a cabo nuevos procesos por este asunto, ya que uno de sus familiares también está afectado por este tema.
Las dos partes se han dado una semana para estudiar la propuesta, y si no hay acuerdo se llevará a cabo el juicio conforme estaba previsto.
Los denunciantes reclaman el dinero que depositaron desde seis años antes, en la mayoría de los casos por operaciones de compra de deuda pública, y que supuestamente se llevó el empleado, que en abril de 2011 desapareció, aunque posteriormente fue detenido.
Caja Rural abrió una auditoría e interpuso una denuncia contra su empleado, al que acusa de simular las operaciones y quedarse con el dinero.
