La decisión del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, de prescindir de la concejal Carmen Céspedes, que ocupará un escaño en el Parlamento andaluz, ha puesto en el punto de mira al portavoz popular en el Consistorio de la capital y senador, Francisco (Curro) Moro.
Y es que Rodríguez ha justificado su decisión de apartar a Céspedes de la vida política municipal argumentando que los onubenses podrían no entender que él haya tenido que abandonar la Cámara autonómica y, sin embargo, algún miembro de su equipo de Gobierno compagine ambos cargos.
Por tanto, en la Corporación onubense algunos se preguntan, de momento en voz baja, si el alcalde permitirá finalmente que Moro siga al mismo tiempo en el Ayuntamiento y también en el Senado.
De momento, en la oposición no hay opiniones en público al respecto, al considerarse que es un asunto de carácter interno que deberá afrontar el PP.
Aunque Moro sigue siendo portavoz del PP en el Consistorio capitalino, en los últimos años ha ido perdiendo influencia y sus relaciones con el alcalde “no son como al principio”, dicen algunos en su entorno.
Precisamente, con la reestructuración del equipo de Gobierno que se llevó a cabo hace un año, el hombre fuerte de Rodríguez pasó a ser el concejal Saúl Fernández. Moro quedó relegado entonces a la segunda tenencia de Alcaldía con Desarrollo Urbano bajo su mando. Rodríguez también le despojó de la Presidencia de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos SA (Emtusa), que pasó a manos de Juana Carrillo, tercera teniente de alcalde que continúa también con Participación.
De forma paralela, también su ‘poder’ en el partido se ha ido diluyendo en los últimos años. Así lo ven algunos que ponen como ejemplo la expulsión del partido a nivel provincial de su sobrina Socorro Moro, que decidió desmarcarse de sus compañeros de partido cuando éstos rompieron el pacto que habían suscrito tras las pasadas elecciones con los independientes de Lucena del Puerto.
Hasta ahora, Moro se ha caracterizado, además, por una actitud beligerante en los plenos, en los que ha protagonizado diversos enfrentamientos no ya con la oposición municipal, que podría entenderse dentro de la lógica de la política local, sino también con colectivos ciudadanos.
