Susana Díaz sigue “obsesionada” con el PSOE de Huelva. Así lo entienden quienes, dentro dentro, lamentan que la “purga” de la secretaria general del PSOE andaluz tenga ahora a la parlamentaria andaluza María Márquez en el punto de mira.
La sanjuanera ha dejado de ser la ‘voz’ del PSOE de Andalucía los fines de semana, con una presencia que ha ido decreciendo en los últimos meses, y también ha sido destituida como portavoz de la comisión parlamentaria de Educación para ser enviada a la de Fomento, con mucha menos presencia mediática que la anterior.
Márquez, considerada como una de las más brillantes oratorias de la bancada socialista, se ha pasado el verano sin presencia en medios, cuando era habitual que ella marcase la agenda política tanto los fines de semana como los lunes.
En el entorno de Márquez esto se entiende como una “venganza personal” de la expresidenta de la Junta solo por el simple hecho de la “sintonía” y “amistad” de la parlamentaria con la ministra María Jesús Montero.
Y eso pese a la lealtad que Márquez ha demostrado a la expresidenta de la Junta y a que no se le identifica como ‘sanchista’.
