La localidad triguereña acogió durante la tarde noche de ayer la fiesta de clausura de la escuela municipal de pintura. En la misma, junto con la entrega de diplomas a cada uno de los alumnos que han participado durante el año, también se pudo disfrutar de una exposición final donde centenares de ciudadanos fueron testigos de los lienzos finales de estos pintores amateurs.
Job Flores, monitor de la escuela de pintura, se mostró muy orgulloso del aprendizaje de sus alumnos, mientras que el concejal Manuel Morano, también destacó el aprendizaje desplegado en las clases.
Esta ha sido la quinta edición de un taller municipal de pintura que congrega a un centenar de alumnos, acogiendo a pintores amateurs desde los seis años.