Las hermandades del Rocío de Trigueros y Gibraleón han llevado a cabo este miércoles diversos actos y cultos, con las debidas medidas de seguridad, ante la imposibilidad de hacerse al camino en busca de las marismas almonteñas como cada año.
Así, la filial triguereña ha llevado a cabo una misa de romeros a las puertas de la capilla rociera de la calle Huelva. La hermana mayor, Rocío González, se mostraba resignada tras la suspensión de la romería de Pentecostés.
A la misa acudieron decenas de rocieros y rocieras triguereñas que, de este modo, rezaron también a la Virgen para que proteja a la localidad de la actual pandemia.
Por su lado, la capilla del Cristo de la Guadaña de Gibraleón, donde se custodia el Simpecado olontense, es escenario desde ayer de una ofrenda de flores a la Señora.
Juana María Domínguez, vicepresidenta de la filial panturrana, destacó el hecho de que éste habría sido el primer camino de la nueva junta directiva.
Triguereños y olontenses esperan ahora que pase pronto este año para acudir en la próxima romería a rendirle pleitesía a la Blanca Paloma.
