La flota pesquera dedicada a la modalidad de cerco en el Golfo de Cádiz se encuentra amarrada a puerto en la actualidad. Los cerca de 90 pesqueros con base en puertos de las provincias de Huelva y Cádiz secundan una parada biológica que se inició el pasado 1 de diciembre y concluirá el próximo 31 de enero.
Un millar de pescadores y armadores así como varios cientos de puestos de trabajo indirectos se ven afectados por este amarre forzoso.
El presidente de la Asociación de Armadores de Isla Cristina, Francisco Martínez Faneca, ha mostrado su preocupación ante las pérdidas económicas que provocará este paro, y que ha calificado de “cuantiosas”.
Martínez Faneca ha lamentado que en esta ocasión no haya subvenciones para intentar paliar dichas pérdidas, aunque ha reconocido que las habrá de cara a la próxima parada biológica.
En la provincia onubense son los puertos de Punta Umbría y el isleño los más afectados por esta medida
